La incorporación de soluciones IoT o internet de las cosas en el área de la salud, está revolucionando el campo de la medicina.
Con la pandemia que actualmente estamos viviendo, seguimos aprendiendo sobre el comportamiento del COVID-19.
Han surgido varios factores determinantes en la propagación de este virus, entre las cuales tenemos los aerosoles.
Algunos investigadores afirman que una persona infectada puede liberar el virus de varias formas que pueden ser cuando:
- Exhalamos
- Hablamos
- Tosemos
De estas formas antes descritas podemos liberar microgotas lo suficientemente pequeñas para permanecer en el aire y mantenerse por varias horas en una habitación mal ventilada; las mismas que posteriormente terminen en el organismo de otra persona.
El contagio puede ocurrir en un restaurante, escuela, colegio o universidad, en el cine, teatro, transporte, oficina, gimnasio, supermercado, etc.
Utilizar un dispositivo que compruebe la calidad del aire que se acumula en espacios cerrados nos ayudará a conocer si hay mucho aire exhalado (CO2) y por lo tanto la posibilidad de transmisión por partículas en suspensión.
Estos dispositivos permiten recopilar información, analizarla, guardarla, tomar decisiones (preconfiguradas) y/o enviar alertas personalizadas a un teléfono inteligente o a un centro de monitoreo.
El IoT o Internet de las cosas, como herramienta de prevención será determinante para reducir el riesgo de transmisión de cualquier virus en espacios cerrados.